Estas son algunas de las confesiones de este diseñador londinense de 31 años.
"Me gusta pensar que rindo homenaje a esa generación de ingleses, especialmente cazadores, que fueron capaces de crear un look muy particular con pocos elementos. No es que me guste que maten animales, ni nada de eso, hablo del aspecto visual, de una manera de vestir que se está perdiendo en mi país"
"Creo que hubiera sido difícil trabajar con otra compañía ya que yo no estaba dispuesto a sacrificar el concepto que perseguía en nombre de la comercialidad. DC entendió muy bien eso y he podido construir lo que quería: una zapatilla con materiales clásicos que homenajea claramente a la tradición de caza y pesca que ha tenido mi país durante siglos"
"Me gustaba la idea de buscar la silueta perfecta mezclando conceptos a priori imposibles. Eso me llevaba a destruir botas japonesas Visvim de 500 euros para quitarles la parte superior y añadirle la suela de unas Nike 360. Decían que estaba loco y probablemente tenían razón"
"¿Lo de las escopetas? (sonríe) Bueno, las presentaciones son cada vez más aburridas, así que pensé que si les daba a los chavales unas escopetas y los metía en un buen bosque sería más entretenido (risas). Y que alguien sienta por un rato el concepto que he tratado de transmitir con mi zapatilla y que no tiene nada que ver con las ciudades, con la moda o con lo que se ve ahora en el mundo del street-wear"
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